jueves, 16 de octubre de 2014

En el país de las nubes verticales

El pasado septiembre estuvimos de viaje por Cuba...el país donde las nubes son verticales...

Han sido 22 días intensos durante los que hemos recorrido toda la isla. En cada lugar hemos pasado de 2 (en el que menos) a 4 días (en el que más), pero aún así nos ha quedado mucho para hacer,ver y vivir en el camino... y hemos gastado mucho más dinero de los que pensábamos inicialmente aunque, también estamos seguros que gastamos menos que muchas otras personas ...!

El trato con los cubanos y cubanas nos ha dejado algo desorientados, había en un extremo aquellos que a los dos minutos de conversar con ellos, te explicaban toda su vida, la historia de Cuba y los cubanos, aquellos que estaban totalmente informados y sabedores sobre temas varios relativos a política, economía, cultura, temas sociales, y también, como no,  la crisis de España y el paro, la independencia de Cataluña, y un largo etc y sin olvidar aquellas cosas de las que están muy orgullosos todos los cubanos: salud, educación y seguridad. 


Recuerdo con cariño aquel señor mayor de Santa Clara que conocimos en Camagüey. Era catalán de Reus, y cubano llegado a la isla con sus padres a los 6 meses de edad. Había ido a Camagüey en busca de un medicamento para su señora, que padece cáncer. Solo estuvimos con él unos minutos pero me acuerdo de él, deseándole que haya podido encontrar aquel medicamento. Deseándole lo mejor...

También recordamos con cariño aquel campesino tan amable y sencillo, que se nos acercó a presentarnos a su vaca en el muro de la prehistoria de Viñales..

Al otro extremo de personas y personajes que nos encontramos por el camino,  también hubieron aquellos que eran más bien de pocas palabras, ariscos o te miraban mal cuando querías pagar algo en moneda nacional.Y tampoco olvidaremos el acoso al turista que sufrimos bastante, el cual llegó a su cúspide en Santiago de Cuba, donde nos estresamos un poquito por este motivo.


La isla de Cuba, en una palabra, yo la definiría como vibrante...(aunque es imposible definirla en una palabra) ya que es una explosión de naturaleza, de creatividad, de cultura, arquitectura, pintura,




 historia...un congris de todo ello: que si propaganda de la revolución por aquí, 


ahora mensajes del Che por allá.. 





y vayas por donde vayas hay mucha música, a todas horas, por todas partes, en las Trovas, en restaurantes, en infinidad de locales, en la calle...













Gente pobre, gente "rica" negros, mulatos, blancos, rubios, morenos y pelirrojos todos mezclándose aunque si te fijas un poco los que son de piel más oscura tienen que ir aguantando bromitas y comentarios de los que no lo son tanto... Sino, que se lo digan a "Negrin", un señor de 60 años que se gana la vida con su bici-taxi llevando a turistas de punta a punta de Baracoa...y que nos hizo bajar del bici-taxi porque venia una lomita un poquito dificultosa... 





Cuba me pareció un país resistente, sostenible, fuerte en algunas cosas y muy débil en otras...


En cuestión de riqueza "material" se ven ciertos contrastes sobre todo con la gente que dedica al turismo y a la gente que no.

Las casas restauradas son de aquellas familias que de alguna manera se dedican al turismo o reciben dinero del extranjero...los centros históricos de las ciudades, como La Habana, Santiago, pero también ciudades más pequeñas como Trinidad, Camagüey, Baracoa, están totalmente restaurados y limpios como cualquier capital europea, aunque la diferencia es que hay muchísimos perros abandonados por todos lados... (¡Me los hubiera llevado a todos!).. 



A la que sales del centro, empiezas a ver calles totalmente levantadas por donde pasean los abuelitos y los niños juegan descalzos..
La Habana

Baracoa
Donde a cada esquina encuentras algún vendedor de aguacates o limones y alguna de sus clientas con los rulos puestos, y lo más común es ver Chevrolet del 46 circulando por las ciudad con una normalidad alucinante... (después lo extraño es llegar a tu ciudad y no verlos!)



También se ven un gran número de casas casi derruidas, que se sostienen inexplicablemente, a las que hace poco se les cayó el balcón o parte de la fachada se cae a trozos, pero donde todavía viven familias. También te vas encontrando aquellas que están derruidas del todo y cerradas por peligro de derrumbamiento, dejando todo ello una imagen en la retina parecida a la que deben dejar las ciudades acabadas de bombardear...
antiguo teatro de Trinidad, ahora local de copas y espectaculos
Una semana después de haber vuelto, todavía soñaba con situaciones, personas y lugares relacionadas con el viaje... Tengo que decir que las personas con las que nos cruzamos me dejaron algo desconcertada en general. Por un lado porque en el fondo siempre me pareció ser catalogada como un dólar con patas, también y al mismo tiempo atractiva a los ojos masculinos..

Sin embargo también se me quedó impregnada otra sensación que aun permanece en mi interior y con la que definitivamente me quedo. Y es la de la dignidad de la gente. La dignidad con la que viven las dificultades y las precariedades con las que se encuentran en su día a día... La creatividad es su moneda de cambio ante el bloqueo, y creo que esto los convierte en un pueblo peculiar, fuerte y digno de admirar.