Cuanto más se camina más se conoce
( frase "prestada" de una lugareña, mientras esperabamos un autobus que nunca llegaba en algún lugar camino del encuentro con el último viaje del Ché)
El de Bolivia fue un viaje de reencuentro con una gran amiga, que aunque está a miles de kilometros de distancia, sigue estando a mi lado para los buenos y los malos momentos.
Pude compartir con ella su día a día, y conocer a sus padres bien de cerca ya que me cuidaron com si fuera una hija más.
Pude compartir con ella su día a día, y conocer a sus padres bien de cerca ya que me cuidaron com si fuera una hija más.
Fue un viaje tranquilo en el que predominó el contacto humano y el reencuentro, el compartir momentos. Y esos momentos fueron variados, alegres, intensos, con muchas palabras llenas de significado personal, con muchos sentimientos. También con paseos, históricos, políticos, turísticos, profesionales, académicos, selváticos, y en todo momento muy, muy gastronómicos,
con atardeceres que sin palabras ya lo decían todo.
Algunos lugares para recordar: toda la zona de la Chiquitania siguiendo la ruta de los jesuitas,
en busca de la ruta del Ché, los pueblos de Vallegrande y Samaipata,
La Quebrada, donde cogieron al Ché, La Higuera, la escuelita donde lo mataron, la lavanderia donde lo expusieron.
La selva merece un rincón aparte, un lugar donde me gustaria volver, por más tiempo.
Comidas para recordar: arroz con pollo, churrasco, arroz con queso, yuca frita, sopa de maní, empanadas de queso, de cañape), sonso, majau, jugo de guineo con leche, de durazno, helado "payasito" de granizado...
y política, mucha mucha política...
sin olvidar a Gertrudis que creo que de política no entendía mucho pero le cabreó bastante que le hiciera fotos sin avisar...
todo unido y mezclado en un cóctel de 15 días que pasaron volando...
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